El juego nos enseña a movernos, a impulsarnos e ilusionarnos desde la calma.
A través de «juegos emocionales que liberan karma» vamos a conectar con la parte pura de nuestro existir, es decir, con nuestra fibra que es donde está guardado lo positivo vivido.
Jugando nos sentimos más jóvenes y obtenemos más oxígeno, no pensamos ni buscamos el por qué de…
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